Los centros
educativos cada vez en mayor medida están instalando herramientas TIC, pero
esto no es una tarea sencilla, ya que se pueden cometer ciertos errores a la
hora de llevarlo a cabo. Pero estos errores pueden evitarse, esto podemos verlo
en el siguiente artículo.
Los errores más
frecuentes y la forma de impedir que ocurran son los siguientes:
·
Baja fiabilidad de la tecnología que
se instala. Para evitar que
esto ocurra debemos comprar tecnologías de calidad probada, definir quién va a
ser el responsable de comprobar y mantener la calidad de los recursos y
documentar la frecuencia y el tipo de incidencias que reportan los profesores
para poder analizarlo.
·
Falta de formación para facilitar la
adopción de la tecnología. Hay que
probar cualquier tecnología antes de implementarla de forma definitiva, también se
puede ofrecer programas de formación creando eventos (aunque sean virtuales)
que reúnan a los profesores y puedan intercambiar experiencias en el uso de las
tecnologías y por último introducir las nuevas tecnologías poco a poco para dar
tiempo al aprendizaje y que en la medida de lo posible sean las mismas en todas
las aulas para simplificar su dominio.
·
La convicción errónea de que la
tecnología siempre ayuda al aprendizaje con una adopción indiscriminada y poco
razonada. Antes de adoptar cualquier
tecnología, se deben definir nuestros objetivos educativos y demostrar cómo
esta tecnología nos permite conseguirlos más fácilmente. Además de evaluar de
forma continuada los resultados que se obtienen con el uso de una tecnología.
·
Limitar el uso de la tecnología al desarrollo de
las inteligencias clásicas. Las matemáticas y la
lengua son las inteligencias más favorecidas en el sistema educativo y por
tanto el uso de las TIC se limita a menudo a este tipo de asignaturas.
·
Ignorar que el uso de tecnología en el
aula requiere de un nuevo diseño y una nueva distribución del espacio. Con la introducción de la tecnología en el aula se
hace normalmente necesario un nuevo diseño del espacio. Esto no significa que
el centro educativo deba realizar grandes obras cuando adopta las TIC.
Obviamente se hace difícil por temas presupuestarios, pero sí puede adaptar el
espacio y la distribución disponible, dando prioridad a una buena visibilidad y
fluidez en la comunicación entre alumnos.
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